Con la llegada del verano cordobés las vitrinas de las pastelerías, confiterías y obradores se vacían prácticamente de palmeras, petit suisses, milhojas, brownies, croissants y tartas variadas en porciones.

Los sustituyen una amplia variedad de helados y la sensación de la temporada: los vasitos dulces. Una creación semi fría y que en cantidad equivale a cualquiera de los dulces clásicos.

Las bases de bizcocho y hojaldre se sustituyen por una suerte de denso crumble de mantequilla y galleta. Por encima se suceden las capas de mousses, cremas y geles.

Normalmente el resultado final reproducen los sabores de las tartas más afamadas como: Red Velvet, Lemon Pie, Sacher, Carrot Cake o 3 chocolates entre otras. Tampoco faltan algunos inspirados en snacks dulces tan populares como Kinder, Oreo y similares.

El Obrador de David Ruano (calle Rafael de la Hoz Arderius, 12) tiene 8 variedades diferentes disponibles, todas ellas con una base de mantequilla y galleta. Eso es lo único que tienen en común porque trabajan con opciones tan dispares como el merengue, chocolates, frutas y quesos.

-Queso y mermelada de fresa-Melocotón y frosting de queso-Piña y frosting de queso-Tiramisú-Tarta de la abuela-Milhojas de merengue -Mango-Kinder

Por su parte, José Javier Silva, maestro repostero de Pastelería San Rafael, hace que los transeúntes de la calle Concepción a la altura del número 10 vuelvan sus ojos a sus irresistibles vitrinas. En pleno julio ha sorprendido a sus incondicionales con un lemon pie de libro: merengue, crema de limón, galleta de almendra y algún ingrediente secreto que estallan en la boca. ¿El remate? Una frambuesa fresca con piel de limón confitada en el propio obrador ¡Hand made 100%!

Aunque el vasito bautizado como Pasión de chocolate no tiene nada que envidiarle: brownie recién hecho, mousse de chocolate, Ferrero y fresa.

Fuente:  ROCÍO GÓRRIZ 

(El Día de Córdoba)